La luz natural es la herramienta más importante y poderosa que todo fotógrafo tiene a su alcance. Y lo mejor de todo es que usarla no te costará un céntimo.
Para comprender el potencial que ofrece la luz natural, tan sólo tienes que empezar a observarla en tu día a día.
Contempla la forma en que los rayos del sol iluminan tu calle al atardecer. Observa cómo entra la luz por la ventana de tu cuarto y qué tipo de ambiente se crea. Vuelve a tu calle o a tu habitación en un momento distinto del día o con una climatología diferente y estudia atentamente los matices que surgen.
Comprobarás que esos matices son infinitos, como también lo son las posibilidades creativas con las que puedes jugar. Son esas posibilidades las que hacen que la luz natural sea tan importante y poderosa.
Entender cómo funciona la luz natural y cómo trabajar con ella te ayudará a mejorar tus habilidades fotográficas y ampliar tus horizontes creativos sin tener que gastar dinero en un equipo sofisticado y caro. No te sientas excluido si no tienes una réflex digital. Cuanto mejor conozcas la luz, más impactantes serán tus imágenes sin importar el aparato con el que las hayas captado (cámara réflex, compacta o incluso teléfono móvil).
Las 3 características de la luz natural que determinarán tu composición
La luz es un elemento fundamental a la hora de componer una imagen. Antes de pulsar el disparador, analiza las condiciones en las que te encuentras. Sólo así serás capaz de crear una composición impactante y fijar los parámetros de tu cámara para conseguir una gran foto.
1. En primer lugar, identifica qué tipo de luz natural predomina la escena.
Existen tres tipos de luces: suave, dura o intermedia.
- Un día nublado es ideal para jugar con la luz suave. En este caso no hay prácticamente sombras ya que la luz es bastante homogénea.
- La luz dura suele darse en días despejados, y se caracteriza por unas sombras muy oscuras como consecuencia del alto contraste.
- La luz intermedia es típica de los amaneceres y atardeceres, cuando la intensidad de los rayos del sol es mucho menor. En este caso, las sombras son suaves ya que el contraste no es excesivamente alto.
2. Una vez hecho esto, estudia qué dirección tiene la luz en ese momento.
Esa dirección cambia constantemente como consecuencia de la rotación de la tierra alrededor del sol. Por tanto, la luz se desplaza paulatinamente a lo largo del día.
Si quieres comprobar de primera mano cómo afecta eso a tus fotos, elige un escenario y hazle fotos durante un par de hora, o incluso todo el día si quieres ver la evolución completa. La idea es que comprendas de dónde viene y hacia dónde va la luz.
La dirección también cambia en tu escena o composición dependiendo de dónde estéis posicionados tú y el sujeto con respecto al punto de luz. De este modo, los puntos de luz pueden moverse horizontal y verticalmente.
3. Finalmente, observa qué impacto tiene la luz en los colores.
La luz puede hacer que sean más vivos, más apagados, blanquearlos, o incluso teñirlos dependiendo del tipo de luz que hayas mientras haces la foto.
Prueba a hacerle fotos a una pared en exterior en distintos momentos del día. Observarás el efecto que puede llegar a tener la luz en el color de esa pared y cómo va cambiando.
Adáptate a las condiciones lumínicas
Como fotógrafos tiendes a fijarte más en el sujeto que en la luz. En otras palabras, si ves algo único o diferente te centras en ese elemento en lugar de observar la luz y jugar con ella de forma que influya sobre el sujeto.
Del mismo modo que no es fácil buscar y encontrar un sujeto interesante, tampoco lo es encontrar una luz que sea propicia para hacer una foto impactante. Entrenar tu ojo para que sea capaz de ver ese tipo de luz y sus variaciones requiere tiempo y paciencia.
Estas son las condiciones lumínicas más frecuentes. Cuanto más rápido seas capaz de adaptarte a ellas, mayor control tendrás sobre la imagen final.
Crepúsculo
El inicio y el final del día producen muchos escenarios de luz natural (atmósferas) distintos. El intervalo de tiempo que existe entre la noche y la luz del día se conoce como crepúsculo.

El crepúsculo origina un tipo de luz flexible. Dependiendo de la fase del crepúsculo en la que estés fotografiando, la luz hará que tu sujeto tenga un aire mágico, misterioso o incluso místico.
- La presencia de nubes dispersas cerca del horizonte puede propiciar un impresionante espectáculo de luz y color. Las nubes se tiñen de sombras que van desde el rojo intenso hasta el morado radiante.
- El crepúsculo puede cambiar el tono de los colores, dándoles un tinte grisáceo o azulado.
- Siempre produce una luz suave ya que no hay sombras, y si las hay son muy tenues.
- La luz crepuscular puede ser direccional, especialmente si hay nubes iluminadas en el cielo. En esos casos, el origen de la luz es el propio cielo nublado. Cuando no hay nubes, el horizonte por el que el sol va a salir o acaba de ponerse es algo más luminoso que en otras zonas del paisaje por lo que la luz será más intensa ahí.
- El único inconveniente del crepúsculo es que puede llegar a no tener fuerza si el cielo está muy cubierto ya que las nubes ejercen de pantalla y debilitan la luz.
Hora dorada
Se suele denominar “hora dorada” a la primera y última hora de sol. El nombre proviene de los tonos naranjas, amarillos y dorados que tiene la luz en ese intervalo de tiempo. Es, probablemente, el mejor momento del día para hacer fotos.

- La luz refleja colores que van desde un naranja intenso cuando el sol se asoma por el horizonte, a un anaranjado más claro cuando el sol está ligeramente por encima, hasta tonos amarillos en su punto álgido (al final del amanecer y al principio del atardecer).
- Durante ese periodo de tiempo los colores son muy brillantes e intensos. El cielo suele ser de un azul profundo que contrasta con el brillo del sol.
- Puedes dirigir la luz de la hora dorada de varias formas: crea siluetas, semi-siluetas, y una progresión de tonos claro-oscuros. Realza tu sujeto gracias a la luz y consigue color, volumen y energía.
- Es una luz muy versátil gracias al efecto cambiante de color y la posibilidad de dirigirla.
- Conforme el sol se acerca al horizonte, la luz se va volviendo más suave.
- Este tipo de luz crea sombras largas y muy definidas que pueden dar un efecto dramático a tu imagen.
No dejes de leer este artículo de Photopills sobre las fases de la luz solar que te ayudará a entender la hora dorada, la hora azul y los crepúsculos.
Luz difusa por las nubes
Cuando el sol está completamente cubierto por las nubes, la luz se difumina equitativamente dando suavidad e igualdad a la imagen. Además, desaparecen las sombras y se produce un bajo contraste. Estas condiciones son ideales para conseguir un efecto tenue en la piel o trabajar en blanco y negro.

- La luz difuminada por las nubes es constante y equilibrada. Ofrece una iluminación particular que te permite enfocar desde distintos ángulos sin que varíe el contraste de la imagen.
- Es un tipo de luz que no cambia de dirección y que no puedes dirigir.
- Su suavidad ofrece un contraste apenas perceptible.
- Puede llegar a ser una luz muy tenue y el sujeto puede aparecer oscuro en la foto si las nubes son muy densas.
- Suele tener un efecto neutral en los colores, aunque también puede hacer que aparezcan apagados, algo más negros o incluso más grisáceos dependiendo de lo oscuras que sean las nubes.
Luz difusa en exteriores e interiores
En exteriores, la luz puede estar difuminada por la sombra de un muro o la copa de un árbol. En interiores, el efecto se produce cuando la luz penetra en el interior de forma indirecta a través de una ventana o puerta. Ésta última ofrece muchas más posibilidades creativas y es más fácil de dirigir.

- Este tipo de luz suele ser parcialmente direccional en interiores. Tu capacidad de dirigir la luz será mayor en espacios cerrados, oscuros y con un solo y estrecho punto de luz.
- En exteriores, sin embargo, es prácticamente imposible de dirigir sobre todo en grandes espacios abiertos.
- Si bien las sombras no existen casi en exteriores, aprovecha el efecto dramático y pronunciado que pueden tener en interiores. En esos casos, crea una progresión desde los tonos más iluminados hasta los más oscuros y realza tu sujeto creando una mayor sensación de volumen.
- En espacios cerrados y oscuros, usa distintas direcciones de luz para realzar los colores. Aunque la luz sea difusa y tenga un efecto neutro, el contraste entre las zonas de sombra y las zonas iluminadas potencian los tonos de los colores.
Luz dura
Este tipo de luz se produce cuando el sol está en su cénit (punto más alto) en un día soleado. En realidad, el intervalo de tiempo durante el que ocurre es mucho más largo: empieza nada más terminar el amanecer y termina en cuanto empieza el atardecer, es decir, durante la mayor parte del día. A pesar de que muchos fotógrafos consideran que es una luz pésima, puede ser una herramienta muy efectiva si quieres trabajar con contrastes y sombras fuertes que den más textura a las superficies.

- La luz dura es extremadamente brillante, llegando a ser molesta por su intensidad.
- En la hora cercana al cénit solar, la luz destiñe los colores disminuyendo su tonalidad y saturación. Así mismo, el cielo pierde parte de su azul, aunque esto puede variar según la localización geográfica en la que te encuentres.
- Siempre genera sombras muy oscuras y fuertes contrastes.
- Es una luz que se puede dirigir hasta cierto punto. Muévete alrededor de tu sujeto y observa cómo el efecto de las sombras se vuelve más o menos marcado.
- No es una luz bonita ni romántica. Debido a su dureza y a la proyección de sombras la textura de las superficies puede aparecer más imperfecta.
- Aprovecha esta luz para dar más volumen al sujeto.
Niebla
Existen dos tipos de escenarios en los que la niebla es protagonista. El primero se produce en días de densa niebla, extremadamente nublados y marcados por la ausencia total de rayos de sol. El segundo ocurre cuando la niebla está prácticamente a nivel de la tierra y es más ligera, mientras que el cielo apenas tiene nubes. En este caso, los rayos del sol tienen un efecto sobre la neblina creando uno efecto espectacular.

- La luz es tremendamente suave e imposible de dirigir si el sol está completamente cubierto por las nubes. Los contrastes son tenues.
- Cuando hay neblina en el amanecer, la luz es suave aunque el contraste es mayor. Puedes dirigir la luz ya que ésta es más fuerte del lado en el que está el sol: ciertas zonas de la escena están más iluminadas que otras.
- La niebla hace que los elementos aparezcan desdibujados, una ilusión que se acentúa conforme están más alejados de tu cámara. Lógicamente, la intensidad de este efecto depende de la opacidad de la niebla.
- Además, esa sensación de elementos desdibujados favorece la aparición de capas dentro de la imagen. Dependiendo de la visibilidad de esas capas, la foto final puede tener una gran profundidad.
- La niebla destiñe los colores. La pérdida de tonalidad varía en función de la distancia a la que esté tu cámara y la densidad de la niebla. En situaciones extremas puede que no llegues a tener más que blancos y negros.
- La niebla también puede cambiar el tono de ciertos colores, tendiendo al azul y gris con una niebla densa o al naranja y amarilla si la neblina deja que los rayos del sol la atraviesen.
Domina la luz natural
Tu capacidad de enfrentarte a la luz será la que marque la diferencia entre una gran foto y otra que no valga mucho. Es, junto con el desarrollo de un buen ojo fotográfico, una de las habilidades que más tiempo te llevará adquirir.
Parece difícil o imposible, pero no lo es. Empieza a practicar cuanto antes siguiendo los pasos descritos a continuación y dominarás cualquier situación de luz.
Paso 1: Controla el impacto de la luz en la escena
Por mucho que lo intentes, no podrás controlar el origen de la luz natural (el sol), ni el tipo de luz que emite en un momento determinado o en un periodo del día. Es una imposición a la que te tendrás que adaptar.

Lo que en realidad necesitas controlar es el impacto que va a tener esa luz en tu escena, es decir, lo que estás encuadrando a través del visor. Afortunadamente, existen muchas formas de jugar con ese impacto.
La más básica es, sin duda alguna, tu capacidad de elegir cuándo hacer la foto. No obstante, determinar el mejor momento para fotografiar te da un control sobre la imagen final muy limitado. Si consideras que la luz no es la adecuada, no te quedará más remedio que esperar a que el tipo de luz cambie, con la esperanza de que en algún momento consigas el efecto deseado.
Una alternativa con la que controlarás mejor el impacto de la luz es cambiando tu posición con respecto a la escena de forma que el ángulo de visión sea distinto. Tu control será mayor cuando entiendas dónde y cómo debes posicionarte tú mismo y/o posicionar el sujeto con respecto a los puntos de luz.
Puedes componer tu imagen en función de cuatro tipos básicos de iluminación:
- Frontal. El punto de luz está frente al sujeto. Si te colocas de espaldas a la luz, obtendrás una imagen muy luminosa.
- Lateral. El punto de luz está situado en un lado de la imagen. Es una técnica eficaz si quieres añadir sombras o la profundidad a tus fotografías.
- De fondo o trasera. El punto de luz está situado detrás del sujeto. Ideal para conseguir preciosas siluetas.
- Puntual. El punto de luz resalta una parte concreta de la foto dejando el resto en penumbra (sombras muy oscuras). Es perfecto para atraer la mirada del espectador sobre una parte específica de la imagen.
- De los bordes. El punto de luz está situado en un ángulo de aproximadamente 45º con respecto al sujeto. Te resultará útil para revelar la forma y el volumen.
Colócate entre sombras o en interiores y comprobarás que el impacto de la luz es completamente diferente al que consigues en el exterior.
Paso 2: Dirige la luz
Los tres factores de la iluminación consciente son:
1. El sol. Es un elemento fijo que se mueve solo y que no puedes controlar.
2. Tu cámara. Es móvil y adaptable ya que la puedes posicionar dónde tú quieras.
3. El sujeto. También puedes manejarlo ya que se posiciona según tus instrucciones.
En realidad no puedes dirigir el origen de la luz natural, pero lo que sí puedes hacer es cambiar tu posición o la del sujeto en función del punto de luz.

Practica este sencillo ejercicio para entender mejor el concepto.
Busca una habitación en casa en la que haya una ventana por la que entre luz difuminada (indirecta). Desplaza al sujeto de tal forma que esté posicionado de distinta forma con respecto a la ventana. Al mismo tiempo, muévete tú también, haz varias fotos. Observa el efecto que tiene (a) tu posición y (b) la posición del sujeto con respecto a la forma en que la luz ilumina al sujeto.
El hecho de que el punto de luz sea una ventana favorece tu control sobre su intensidad. Cuanto más lejos estés del punto de luz, menor intensidad tendrá la luz. Poca intensidad es sinónimo de limitado contraste entre luces y sombras.
También puedes probar algo similar en exteriores.
Localiza un lugar sin sombra al que puedas ir un día soleado, más o menos una hora antes de que se ponga el sol. Una vez más, pide al sujeto que desplace con respecto al sol. Del mismo modo, muévete buscando diferentes ángulos, ya sea con el sol de espaldas, de frente o de lado.
Para captar buenas siluetas debes conseguir la suficiente separación entre todo lo que se encuentra por debajo de la línea del horizonte y el sujeto. Pide al sujeto que suba a lo alto de una roca o ponte en cuclillas, de tal forma que la mayor parte de su cuerpo esté por encima de la línea del horizonte en tu encuadre.
Paso 3: Usa varios puntos de luz cuando sea posible
Te enfrentarás a escenas con varios puntos de luz en algún interior
- con múltiples aberturas por las que entre la luz (ventanas, puertas) o
- con superficies en las que rebote la luz.
Estas situaciones son bastante más complicadas de gestionar ya que es probable que acabes con una parte de la imagen demasiado oscura o brillante, con la consiguiente pérdida de detalle. Esto podría incluso hacer que la imagen sea inutilizable.

No obstante, si consigues salvar la dificultad con éxito, una escena captada con varios puntos de luz puede tener una fuerza increíble.
En este caso, quizá debas medir la exposición teniendo en cuenta la iluminación de varios elementos de la escena, sobre todo de aquellos en los que haya más contraste. Generalmente, si hay alguna persona en la foto, mide la exposición de su cara (o de la del personaje principal de la imagen) e intenta subexponer ligeramente el resto de la imagen para evitar áreas quemadas, es decir, completamente blancas.
Si quieres saber cómo realizar una correcta medición y exposición en tus fotografías, lee esta guía detallada del Blog del Fotógrafo.
Paso 4: Elimina zonas sombreadas difuminando o reflejando la luz
En las horas centrales del día, cuando la luz es muy dura e intensa, se produce un alto contraste: las zonas iluminadas son muy brillantes mientras que las sombreadas son muy oscuras.
1. Una forma simple de atenuar una luz muy brillante es difuminándola.
- De forma natural. Aléjate de la luz directa o buscar algo que la filtre como la sombra de un árbol, el polvo, el humo, una pared o incluso fotografiar en interiores. También puedes aprovechar que la luz se filtre por medios naturales a través de las nubles o de la neblina, o detrás del horizonte durante el atardecer.
- De forma artificial. Lleva contigo un difusor que puedas adaptar al objetivo (filtros), al flash o incluso un paraguas. Gracias a estas herramientas conseguirás una luz más suave o una ligera sombra que reduzca los brillos.
2. Puedes limitar las sombras fuertes reflejando la luz.
a. Usa una superficie o un elemento en el que luz rebote.
Puede ser desde un libro, el agua, la nieve o incluso la arena de playa. En realidad, cualquier cosa relativamente plana y de colores vivos puede reflejar la luz con más o menos intensidad.

En este caso tu control sobre la luz será más bien limitado puesto que lo único que estás haciendo es aprovecharte de las circunstancias en las que te encuentras. Si encuentras algún elemento reflectante, úsalo y juega con él. Generalmente, buscarás reflejar luz sobre aquellos ángulos en los que haya que suavizar las sombras o iluminar con más intensidad. También puede ser interesante jugar con lo brillos.
b. Utiliza un reflector de luz plegable.
Su mayor ventaja es que se pueden doblar y son ligeros. Además, tienen varios tipos de superficies diferentes: blanco, plata, dorado, negro y difusor. En el caso del color blanco, plata y dorado, al rebotar la luz solar o de un flash, ésta adquiere una dominante de color equivalente a la superficie a la que ha sido rebotada. El negro absorbe la luz y sirve para bloquearla en algunas situaciones y el difusor obviamente, difumina.
Un reflector puede potenciar tu creatividad a la hora de experimentar con la luz. Puedes usarlo para llenar de luz un espacio oscuro, así como simular varios tipos de luz. Una superficie plata, por ejemplo, simulará una luz diurna neutral, mientras que una superficie dorada realzará los tonos más cálidos.
¿Listo para aprovechar al máximo la luz natural?
Dominar la luz natural es esencial en Fotografía. Y para conseguirlo, no basta con leer sobre el tema.
Si quieres convertirte en un gran fotógrafo, debes practicar sin cesar, aprender a observar y no tener miedo a probar cosas nuevas.
No des nada por sentado porque no hay luces buenas ni malas. Cada tipo de luz es una oportunidad que puedes aprovechar en cualquier ocasión, dependiendo de lo que quieras transmitir con cada fotografía.
¿A qué esperas?
Coge tu cámara y mira a tu alrededor, siempre habrá una luz.
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Muchas gracias por tus elaborados posts con consejos para mejorar nuestras fotos. El tema de la luz me suele dar dolores de cabeza, especialmente los días grises o con muchas nubes porque la mitad de la foto sale «quemada» y el resto muy oscuro. He intentado jugar con el ISO, y enfocando en puntos intermedios, pero nada. También es cierto que no puedo pedirle mucho a mi cámara (una bridge) Gracias de nuevo.
Mauxi, gracias a ti por leer el artículo.
La luz lo es todo en fotografía. Sin ella, por muy buena que sea tu cámara y por muchos conocimientos técnicos que tengas, tus imágenes saldrán perjudicadas.
Sin embargo, los días grises tienen sus ventajas. Generalmente la luz suele estar difusa y, aún mejor, sin contrastes por lo que te resultará más fácil exponer correctamente tus fotos y evitarás las sombras. Las sombras, excepto que las sepas manejar muy bien, suelen estropear las fotos.
Durante estos días, intenta hacer más retratos y fotos urbanas. Una buena alternativa es «pensar en blanco y negro»: hacer tus fotos en color y al llegar a casa, revelarlas en blanco y negro. Otra opción es llevarte el trípode y practicar fotos de larga exposición (para compensar la falta de luz).
En cuanto a los días de muchas nubes o de nubes y claros, son los más complicados por los fuertes contrastes que generan. Trata de evitar las horas centrales de luz. Desgraciadamente, en la mayor parte de los casos no vas a poder hacer mucho para evitar que parte de tu foto salga quemada o completamente oscura. Aquí tendrías que usar una técnica que se llama horquillado (bracketing en inglés) que consiste en hacer 3, 5, 7 fotos iguales pero exponiendo diferentemente el cielo y otros elementos y luego pegarlas usando Photoshop.
Excelente artículo! Muchas gracias!
¡Muchas a ti por leerlo!
Buen artículo sobre la luz, creo que sería mejor con descripciones de la configuración de la cámara en cada fotografía. Para los que empezamos en esta afición.
Hola Jesús, me alegro de que te haya parecido interesante. ¿Te refieres a incluir los datos EXIF debajo de cada foto que ilustra el artículo?
Hola !
Muy grafico el articulo, en mi caso se dio en el viaje que anduve este mes de junio pasado que andando de visita por Munich y Salsburgo llovio casi todos los dias, me lamente bastante por el clima y tire fotos en todas direcciones para registrar lo que pude, es interesante como resaltan los detalles dorados en relojes y edificios en los dias grises y se convirtieron en muchas de las fotos en el punto de interes , pero sinceramente no tenia idea de como manejar las variaciones de luz de un lugar a otro porque sencillamente andaba de paso como quien dice en esos lugares y no tenia posibilidad de planificar mucho las tomas..
Muchas gracias
Ha quedado clarísimo que tengo que ponerme a trabajar en ciertos temas en los que he de perfeccionar. Otros, ha sido muy grato ver que los he descubierto por mi misma. Los enlaces que proporcionas son del mayor interés pero, entre la información que aportas más la de los enlaces, me parece que tendré trabajo para algún tiempo y eso sí, con la ilusión de que voy a aclararme en algunos conceptos importantes. Ya te iré informando de los resultados. Gracias por todo.
Claro que sí, cuéntanos cómo vas avanzando. Gracias a ti por dedicar un rato a leer el artículo y dejar un comentario.
Muchas gracias Sandra. Tienes algún post sobre el uso correcto de un filtro polarizador?
¡Gracias a ti Raúl por leer el artículo! Aún no tengo ningún artículo sobre filtros pero es un tema que tengo pendiente tratar y que me han sugerido otros lectores. Espero tenerlo listo muy pronto.
Excelente artículo; estoy de acuerdo con J. Jesús, la configuración nos sirve de punto de partida porque sabemos que cada escenario va a ser distinto y por supuesto la luz.
Me gustaría algunos consejos para fotografía en OTOÑO, pues viajo en esa época a al exterior y no tengo la experiencia con este tipo de fotos; en mi país no hay estaciones.
Gracias por incluir la foto del Parque del Cocora en tu artículo. Ya sabes con esto de donde soy.
Cordial saludo y mil gracias
Muchas gracias Gloria. En cuanto a tu pregunta sobre el otoño, céntrate en las hojas (aunque pueda parecer un recurso muy habitual) y en general en los colores de la naturaleza. Es una época de cambio y podrás disfrutar de muchos tonos. Trata de saturar ligeramente tus imágenes y cuida mucho la composición.
Muy buen articulo. Mil gracias por compartir tus conocimientos, a mi me sirven para «crecer».
Hola Charo, ¡gracias a ti por leerlo! Me alegro de que te resulten útiles. Ahora sólo queda ponerlos en práctica…
Buen post !
Fundamental este aspecto, desde luego.
Desde luego que es una de las piedras angulares que hay que sortear para hacer fotos que no sean «cualquier foto» o hechas por «cualquiera» como se ha comentado en algún podcast. Me ha gustado mucho.
Hola Pablo. ¡Muchas gracias por tu comentario! Me alegro de que te haya resultado interesante. La dificultad durante un viaje es que, desgraciadamente, muchas veces no te puedes permitir el lujo de volver a un sitio a hacer fotos esperando que la luz sea mejor o diferente. No queda otro remedio más que adaptarse a lo que hay.
Hola Sandra!
Excelente artículo sobre la luz, donde nos detallas todas o casi todas las circunstancias que se nos puedan presentar.
Son de tener en cuenta los consejos que nos facilitas en el mismo. Es seguro que su seguimiento nos ayudará en la realización de mejores fotografías.
Muchas gracias y un saludo
Hola Jesús. Gracias por tu comentario, me alegro de que te haya sido de utilidad. Escribes «casi todas las circunstancias». Por favor, si me he olvidado de alguna avísame para incluirla en el artículo y que sea todavía más completo.
Hola Sandra. Lamento no haberme expresado correctamente, y procedo a rectificar mi comentario considerando todas las circunstancias.
Siento el «lapsus».
¡No hay problema! :)
Perfectamente explicado.
¡Muchas gracias! Pedazo de cumplido.
Estoy de acuerdo con lo de poner las configuraciones de la cámara en el pie de foto. Ayuda mucho a orientarse para hacer fotos similares. Ya había leído otras cosas sobre iluminación, pero aquí Sandra entra en los ejemplos prácticos, que al final es lo que ayuda a comprenderlo y avanzar. Gracias por los conocimientos, que habrá que practicar.
Vuestros deseos son órdenes. Ya están todos los datos EXIF de las imágenes que ilustran el artículo. Eso no significa que sean combinaciones mágicas que sirvan para conseguir una foto única o la exposición adecuada, pero si os sirve de referencia… Gracias por pasarte por aquí Luis.
Muy interesante y oportuno el artículo, ya que para mi caso practico más la fotografía de campo, es decir de naturaleza y paisaje y allí cuento con uno de los flash más poderosos el sol y no ha sido tan fácil su manejo: este artículo nos orienta y nos enseña de manera didáctica sobre su manejo. Gracias sandra, con seguridad siempre me leo tus artículos.
Gracias Carlos. Me alegro de que te haya sido útil.
Explicación sencilla, entretenida y completa. Tengo que reconocer que tu blog al principio no me convenció demasiado, pero al final está resultando que eres la que más y mejor me enseña a mejorar mis fotografías.
Como empecé tarde, voy por el podcast 15, por eso no participo mucho en comentarios, pero poco a poco me iré poniendo al día.
Muchas gracias y un saludo.
Hola Jesús, gracias por tu comentario sobre el artículo. Trato de escribir para que el texto sea lo más pedagógico posible y me alegro de haberlo conseguido. Haber alcanzado la meta de ser la que más y mejor te enseña es todo un honor y espero seguir estando a la altura en el futuro.
Pero me llama mucho la atención que escribas que el «blog al principio no me convenció demasiado«. Y como siempre busco mejorar, me gustaría que me explicaras con más detalle cuáles son las razones por las que no te convencía. Seguro que tengo mucho que aprender.
Muchas gracias por el artículo, Sandra. La luz es la piedra angular de la fotografía, creo yo, y si algún día llego a sacarle partido mi felicidad será completa. Me ha gustado mucho que sugieras hacer distintas fotos (o la misma, en realidad) en diferentes condiciones o a diferentes horas del día. Es algo simple que se puede practicar casi sin salir de casa, o sin ir muy lejos. Tienes razón que hay que practicar y practicar. Tal vez debería dedicar más tiempo a mirar. Un abrazo.
Hola Eli,
Gracias a ti por leerlo y comentarlo. :)
Así es, sin luz no hay fotografía (o casi, que no me lean los fotógrafos nocturnos…). Tú misma has dado con la tecla y tienes la solución en las manos para completar esa felicidad que se te escapa. Mira y practica. Mira y practica. Mira y practica…
Muy buen artículo. Está muy bien estructurado y sintetizado, con consejos prácticos sin entrar en aspectos teóricos. Después de mucho años haciendo fotografías a cientos (llegaba a comprar la película en rollos que cortaba yo mismo) ahora con la veteranía me doy verdadera cuenta que en la composición, tan importante como la distribución de los elementos de la imagen es saber explorar la luz. Muchas gracias y enhorabuena Sandra.
Gracias Fernando por haber leído el artículo y por tu comentario. Coincidimos en que la composición es fundamental y sin entender la luz, cómo se comporta y cómo sacarle partido, difícilmente se puede lograr una buena composición y una buena imagen.
Hola Sandra. Como todos tus artículos muy bueno y explicativo. Estoy conforme con lo exponer los datos a los pies de cada foto.
Muchas gracias y espero seguir aprendiendo
Hola Rafael, gracias a ti por leer el artículo. Espero que hayas aprendido algo nuevo.
Muy buenos consejos, ahora toca ponerlos en práctica para ir aprendiendo mas día a día.
Gracias!
Hola Ruben, ¡espero que esa puesta en práctica te ayude a conseguir las fotos que buscas!
En mis fotografías utilizo la luz natural en un 99%, y el resto utilizo flash de relleno. Este artículo me ha servido de mucho. He cogido muy buenos consejos. Gracias Sandra por este artículo.
Sandra, gracias por compartir sobre este tema, habia leido algo sobre la luz y aqui lo encontre muy didactico y facil de comprender. Seguire practicando, un abrazo.
Muchas gracias por compartir tus conocimientos y hacernos la fotografía más fácil y amena.
Artículo muy bién explicado, a prácticar con ello.