¿Recuerdas que hace un mes publiqué mis (des)propósitos para 2017?
Seguramente sí, pero si no lo leíste en su momento, conviene que le eches un vistazo antes de seguir leyendo este artículo.
No me había planteado hacer esto, y menos después de que haya pasado tan poco tiempo, pero hace un rato he compartido una foto en Twitter y mi amigo Mario me ha pedido que rinda cuentas.
Y claro, yo que difícilmente respondo “no” a un reto, me he visto casi sin darme cuenta escribiendo esto que estás leyendo.
De modo que este es un pequeño resumen de mis primeras impresiones llevando a cabo uno de esos (des)propósitos: el de salir a hacer Fotografía de Calle una vez por semana.
1. Sólo si das el primer paso llegarás a la meta
A pesar las navidades y de mi gripe de hace un par de semanas, estoy contenta porque he conseguido salir a la calle (al menos) una vez a la semana a hacer fotos.
Y pongo “al menos” entre paréntesis porque en las dos últimas semanas he salido más de una vez. Así es que en ese sentido estoy muy contenta.
En realidad, este (des)propósito tiene muchos objetivos, algunos de ellos no siempre obvios:
- Aprender y, quizás, llegar a dominar la Fotografía de Calle al menos de una forma que me satisfaga.
- Perder el miedo a fotografiar a desconocidos.
- Si es necesario, acercarme (más).
- Conseguir ver en blanco y negro en lugar de en color.
- Jugar con nuevas composiciones y puntos de vista.
- Pasar más tiempo fuera y despejar la mente.
- Andar y evitar que se atrofien los músculos.
Ya he contado en más de una ocasión, tanto en el el podcast Destino Sifakka como en el blog, que soy una apasionada de la Fotografía de Calle. No obstante, es una disciplina en la que confieso que he sido mucho más espectadora que fotógrafa.
Así es que ahora que estoy determinada a invertir esa situación, no me queda más remedio que salir, salir y salir.
¿Para qué? Para aprender todo lo que pueda y más.
Ya he leído y visto mucho. Me atrevería a decir que incluso demasiado. Es hora de ponerlo en práctica.
Pero no quiero aprender de cualquier manera. Para mí aprender tiene que ser algo divertido y satisfactorio, no aburrido y frustrante. Y si, además, consigo resultados que me gustan, con los que evoluciono y que me ayudan a ver mi alrededor con otros ojos, mejor.
Ahora sólo falta hacer lo más difícil: desarrollar un estilo propio.
Para ello, tengo que perder ese miedo atroz que me paraliza cada vez que me acerco a alguien a fotografiarlo. Tengo que acercarme más. Lo suficiente para que la distancia focal no sea superior a 50mm (en formato APS-C que es el sensor con el que disparo).
Pero no quiero retratos, ni posados, ni acercarme por sentir esa adrenalina de estar haciendo algo ¿arriesgado? ¿prohibido? Llámalo como quieras.
No. Busco sacar instantáneas. Congelar para siempre ese instante que no se repetirá jamás.
Y, por supuesto, poner al sujeto en contexto para que la imagen te cuente una historia. O conseguir al menos que cuando la veas te hagas alguna pregunta, que te haga sentir algo. Lo que sea.
Podría contar esa historia en color pero teniendo en cuenta que llevo toda mi vida (y sobre todo los últimos 10 años) fotografiando así, ya va siendo hora de aprender a ver de otra forma. Es, sin duda alguna, un ejercicio muy interesante que me obliga a ir un paso más allá.
Al desnudar la escena y despojarla de su color original, mi trabajo de composición debe de ser mucho más minucioso, cuidado y selectivo. En ese sentido, es necesario que explore nuevas opciones y aplique distintos puntos de vista. Así es que tengo que hacer un esfuerzo extra.
Por último, el hecho de tener que estar concentrada en lo que ocurre a mi alrededor, salir a respirar aire fresco y aislarme escuchando podcasts es fantástico. Y si además de todo eso muevo un poco las piernas, mens sana in corpore sano.
2. Te dejo los resultados (por ahora)
Aquí tienes una pequeña muestra de las fotos que estoy haciendo. Puedes ver el resto en su galería correspondiente.
Aún no tengo muy claro, como decía cuando me planteé este (des)propósito cómo voy a ordenarlas y presentarlas en la red. Me parece que visualmente, tanto por el contraste entre el color y blanco y negro como por la temática al no ser fotos puramente de viajes, puedes confundirte al entrar en mi perfil y preguntarte si soy una fotógrafa de viajes, de calle, o no tengo claro nada de nada.
Si tienes alguna idea o sugerencia, me encantará leerte en los comentarios. Seguro que tienes alguna idea al respecto.
Y como por pedir que no quede, si se te ocurre algún fotógrafo de calle imprescindible ¡compártelo conmigo!
3. La cámara: una Sony RX100M3
Sin cámara difícilmente voy a poder hacer ninguna foto.
Vale, es una verdad de Perogrullo pero tenía que escribirlo.
Y mi idea era usar mi cámara. Podía haber optado por el móvil, algo muy tentador por una parte por su tremenda discreción.
Pero…
- Tiene unas limitaciones que no estoy dispuesta a asumir, fundamentalmente el hecho de no poder generar un archivo RAW que poder revelar posteriormente.
- Hubiera sido una cobardía por mi parte escudarme en el móvil. Si quiero acercarme, si pretendo fotografiar extraños, nada de móvil. Tengo que ser valiente y pasearme con una cámara en la mano.
Por eso cuando el equipo de Sony España se puso en contacto conmigo hace varias semanas, me sentí tremendamente halagada de que una completa desconocida como yo mereciera una oportunidad para probar una de sus fantásticas cámaras: la Sony RX100M3 o Sony RX100 III.
Si eres lector de Sifakka, sabes de sobra que este no es un blog sobre equipo ni otros cacharros fotográficos. Así es que no esperes una análisis completo de la cámara. Eso se lo dejo a profesionales como Iker y Álvaro de Photolari que hacen un trabajo infinitamente mejor que el que yo podría hacer en el mejor de mis sueños.
Son tan sólo unos apuntes muy muy personales.
La cámara me ha sorprendido por su peso con respecto a su tamaño pero es comprensible, al ser una compacta de gama alta todos los acabados son metálicos. Dicho esto, es perfecta para mí que tengo unas manos muy pequeñas.
Siendo usuaria de Sony, navegar por sus menús no ha supuesto ningún problema pero no soy la primera (ni seré la última) que critique al fabricante hasta el final de los tiempo por su sistema de menús. ¡Por favor que alguien tome cartas en el asunto y cambie este sistema tan caótico y poco intuitivo!
La cámara incluye un visor electrónico escondido en el cuerpo pero de fácil acceso. Tiene muy buena resolución y algo que echo muchísimo de menos en mi a6000, ¡un nivel de burbuja!
Pero reconozco que lo uso poco. Esto es cierto para la Fotografía de Calle que estoy haciendo. Si practicara otro tipo de fotografía, seguramente usaría mucho más el visor.
La mayoría de las veces prefiero la pantalla LCD. Me da más libertad y el hecho de ser abatible me resulta más cómodo. Aunque, y sí, voy a volver a criticar a los ingenieros de Sony, la pantalla debería de tener mucha más movilidad, ser completamente abatible y girar 360º como algunos modelos de la competencia…
Otro aspecto que me encanta y que, por desgracia, mi cámara tampoco tiene es el modo silencioso: puedo hacer fotos cómo y cuándo me da la gana y nadie se entera de nada, incluso cuando estoy en un lugar con un silencio sepulcral (algo inaudito en Sevilla pero que puede llegar a ocurrir). Es muy muy útil porque me permite ser súper discreta y pasar completamente desapercibida.
La selección del punto de enfoque tiene fácil acceso gracias al botón Fn y uso indistintamente la opción “Ancho” y la “Punto flexible: S”. La primera la empleo cuando apenas tengo tiempo de apuntar y disparar porque algo sucede muy rápidamente o porque no quiero llamar la atención. La segunda la uso si tengo tiempo de enfocar o voy a estar quieta en un sitio esperando que ocurra algo que anticipo.
Esto lo combino con el disparo en ráfaga. Sé que alguno fotógrafos de calle como Valérie Jardin prefieren el reto y la satisfacción de captar el instante decisivo con un sólo disparo.
En mi caso, tengo dos formas explicar mi elección.
Por un lado, bastante tengo ya con aprender a mirar, perder el miedo, componer bien, exponer mejor y buscar una historia. Por otro lado, si tengo una tecnología que me facilita la vida ¿por qué privarme de ella?
Por último, y no menos importante, la duración de la batería me ha sorprendido bastante. Cuando abrí la caja y vi que sólo había una batería (y sin cargador independiente, tienes que cargarla dentro de la cámara) me temí lo peor.
Ya me veía haciendo fotos y volviendo a casa a la media hora con la batería fundida, sobre todo porque cuando estoy en la calle tengo la cámara encendida mucho tiempo. Lo último que quiero es no estar preparada para disparar si algo interesante sucede. Y aunque, como te decía, casi no uso el visor (que consume su parte de batería), el hecho de tener la pantalla LCD encendida todo el rato aumenta considerablemente el gasto.
Haciendo un uso bastante extensivo en sesiones de unas dos horas o a veces un poco más, la batería me ha llegado a durar tres salidas sin cargar. Y eso para una cámara totalmente electrónica como esta no está nada mal.
Esto no acaba aquí, ni mucho menos…
Hasta aquí mis primeras conclusiones como fotógrafa de calle novata. O casi porque no es la primera vez que la practico por supuesto, pero sí que me tomo como algo muy serio.
Como te decía, son unas notas preliminares que, espero, me sirvan para ir viendo mi evolución y, como no, compartirlas contigo.
De esta forma podrás ver cómo progreso y, si te animas, puedes incluso contarme tu experiencia y compartir conmigo tus trucos. Porque estoy segura de que tienes mucho que decir.
Y a mí me gustaría tanto leerlo…
Aclaración: Este artículo contiene algunos enlaces por los que recibiré una pequeña comisión si decides comprar algo a través de ellos. No te costará más dinero y de esta forma contribuyes a que esta página web siga sin tener anuncios. Por favor, no gastes dinero en estos productos a menos que creas que te van a ser realmente útiles.
Nunca escribo artículos patrocinados ni nada por el estilo. Esto es válido tanto para el blog como para el podcast y el contenido que publico en las redes sociales. Cada artículo y cada página son contenido propio que redacto sin ningún tipo de presión comercial. Si hubiera algún tipo de patrocinio o publicidad estaría especificado como corresponde. ¡Nadie me paga por recomendar el modelo de cámara que menciono! Es más, fue Sony quien me propuso que la probara sin ningún tipo de presión comercial ni compromiso por mi parte.
En cualquier caso, gracias Sony España por confiar en mí.
Gracias, Sandra, por compartir tus experiencias con los que te seguimos.
Yo también vivo en Sevilla y me encanta salir con mi cámara para reflejar cualquiera de los maravillosos momentos que esta ciudad no deja de regalarnos.
Me apasionan los retratos y las panorámicas diurnas y nocturnas.
A ver si coincidimos algún día. Para mí sería un honor.
Un cordial saludo.
Qué va Luis, gracias a ti por dedicar un rato de tu tiempo libre a leerme y dejar este comentario.
Si llevas un tiempo siguiendo el blog, sabrás que la Fotografía Nocturna es una de mis asignaturas pendientes. Soy más de hora azul… He visitado tu web y he visto que tienes algunas fotos muy chulas desde Las Setas y de las orillas del Guadalquivir. Así es que cuando quieras, salimos a ver qué nos encontramos.
Todo un mundo este de la fotografía de calle. A mi, que soy un misántropo, hasta me ha hecho un poco mejor persona.
La actitud adecuada es la que pregonaba Jesús G. Pastor. Al final, con el tiempo, he llegado a un punto en que ni me molesto en disimular o pasar desapercibido.
La elección de la cámara es muy acertada. Yo tuve ese mismo modelo de Sony y era una muy buena herramienta para callejear, pero en mi caso necesitaba la versatilidad que te da una cámara con objetivos intercambiables.
¡Uy Gerard, desde luego! Es una disciplina que ofrece infinidad de posibilidades y lo mejor de todo es que no hay «nada» que hacer, sólo cruzar el umbral de la puerta de casa. ¿Pero cómo puedes decir que eres misántropo? Anda, exagerado. :)
Jesús lo cuenta y lo hace fácil, el problema es cuando lo tengo que poner en práctica. Espero que me pase como a tí y que el paso del tiempo y la práctica me den ese punto de «me da igual» que me falta.
En cuanto a la cámara, Sony España se ha ofrecido amablemente a prestármela y por eso la estoy usando intensivamente. Yo también necesito jugar con varios objetivos, por eso tengo una Sony a6000.
Hola Sandra. Lo primero, darte la enhorabuena por lanzarte a la calle a disfrutar de la fotografía. Espero, que como bien dices, te resulte un aprendizaje divertido, y pronto (o tarde) pueda ver una fotografía y decir “esta fotografía es de Sandra Vallaure”. Jejeje.
Yo no soy muy entendido en fotografía de calle, ya me gustaría, pero mi mundo está en la noche y en las largas exposiciones. He de confesar que cuando escucho uno de tus podcast con un invitado que habla de este tipo de fotografía (de calle), me vengo arriba, y tengo unas ganas enormes de salir. Incluso me atrevería a decir que es muy fácil. Pero al rato, se me baja la euforia y ni salgo ni nada… jejeje.
Como fotógrafo callejero, te podría aconsejar ver el trabajo de Joaquín Molina Muliterno. Es un fotógrafo polivalente que vive en mi zona, y tuve la oportunidad de asistir a una charla suya. Aquí te dejo su álbum de fotografía social. Como él personalmente me explico, siempre busca ese contraste entre luz y sombra que caracteriza sus fotos.
https://www.flickr.com/photos/muliterno/albums/72157626387452882
Respecto a tus fotos, como te comente antes, de fotografía de calle tengo poca idea, por lo que cualquier crítica que venga de mí, tendría poco fundamento. Las que más me han gustado son las que has jugado con las sombras, destacando sobre todo la que tienes de la escalera y la silueta al fondo, esa me ha encantado. Me transmite una sensación de escapatoria, de luz al final, que me da tranquilidad.
Poco más que comentarte. Enhorabuena por lo de Sony, y esperando ya para tu próximo Podcast.
Pd.: Al igual que te han entrevistado en el Podcast de Phot, me gustaría oírte en el de Gran Angular. A ver si se lo dejo caer a David y te invita. Tu podcast y el de Gran Angular son mis favoritos y molaría un programa juntos. :)
Hola David, gracias por esa felicitación aunque creo que no la merezco. En realidad, lo único que he hecho ha sido marcarme un reto y ahora lo que intento es llevarlo adelante. Salir a la calle es fácil, hacer fotos que merezcan la pena no tanto. :D
Lo que no tengo tan claro, y ojalá se me contagie algo de tu optimismo, es que sea capaz de crear un estilo propio en este tipo de fotografía. ¡Me falta tanto por hacer y aprender!
Ahora que me dices que tu mundo es la noche, podíamos hacer un intercambio: tú me enseñas Fotografía Nocturna y yo te tiro del brazo para salir a hacer Foto de Calle. De todas formas, no dejes que se te pase el subidón. Al menos inténtalo una vez, verás que merece la pena. Aprendes a ver de forma diferente y tienes que ser muy rápido contrariamente a la Fotografía Nocturna en la que tienes más tiempo para componer, configurar los ajustes, iluminar…
Gracias por descubrirme el trabajo de Joaquín. Es muy interesante cómo trabaja con la luz buscando siempre un contraste extremo. Me gusta mucho.
Ahora que no nos lee nadie, te voy a contar una cosa. O más bien te voy a dar mi punto de vista. Para criticar o comentar fotos no hace falta saber nada. ¿Cómo puedes decir que tu comentario tiene poco fundamento? Más bien todo lo contrario, porque por el mero hecho de que una foto te guste o no, te diga algo o no, ya es suficiente. No hacen falta análisis sesudos de técnica, composición o teoría del color. Así es que gracias por explicarme por qué te ha encantado esa foto de la escalera. Es justo lo que buscaba.
Por lo que respecta a Gran Angular, menudo piropo me acabas de echar. Pero tu sugerencia la dejo en manos de David. ;)
Hola Sandra,
Escucho tu Podcast desde hace tiempo y me gustan mucho tus entrevistas :) Enhorabuena por tu trabajo.
Es estupendo que hayas compartido tus reflexiones y aprendizaje en tu segundo (des)propósito (jejeje) de este año. Voy a intentar hacerlo también mío ;) y sacarle más partido todavía a mi Sony RX100 (versión 1), a la que le tengo mucho afecto.
Un placer oírte y escucharte.
Un saludo,
Braulio
Hola Braulio. Gracias por escuchar el podcast y por tu fidelidad. Me acabo de dar cuenta de que tú también produces uno. He visitado tu blog y ya me he suscrito a tu podcast así es que ya tienes una oyente más. :)
Ya sabes lo que decía el Maestro Yoda… Así es que ¡hazlo tuyo! Y luego nos cuentas qué tal te va. Además, así desempolvas tu Sony RX100 que merece que le saques más partido. Seguro que te lo agradece.
Ánimo Sandra. La puesta en marcha de tu despropósito nos pone las pilas a otros, y está bien que compartas con todos tus inquietudes y progresos.
Por cierto, supongo que lo tienes visto pero por si no fuera así, aqui te dejo un enlace que te puede ayudar, aunque a tí ideas no te faltan https://oscarenfotos.com/2014/05/13/descubre-tu-proyecto-fotografico/
Cuídate
¡Gracias por los ánimos Pedro! Aunque no lo hago con ánimo de ponerte las pilas. Tan sólo compartir mis avances a modo de cuaderno de apuntes y por si le puede servir a alguien más. :)
Conozco la web de Óscar desde hace tiempo pero este artículo concreto no lo he leído. Qué bien que me lo has pasado.
Un abrazo.
Querida Sandra, ha sido un placer conocerte. Me encantan tus consejos, tu incitación (casi contagiosa) y tus comentarios tan simpáticos. Pero creo que lo mejor que sabes enseñar es ilusión.
Yo tengo una Sony RX 100 II con la que he hecho fotos preciosas. Una maquinita que se porta muy bien y es portable. Sin embargo, cuando estoy especialmente interesado por algún tema (retratos urbanos, pj) uso una Fuji X T 1 que adoro y que te recomiendo: así compartimos amores recíprocos. No soy fotógrafo, sino médico, pero creo que puedo comprender tu método, tu criterio y tu sistema personal y te lo agradezco. Creo que un día me atreveré a mandarte algo de lo que yo he ido logrando. Tienes razón: ¡Todos somos aprendices! Pero Stevenson decía que lo que importa de un viaje no es llegar sino ir. Este viaje por el arte, con compañeros como tú, ES lo que importa, ¿no?
Muchas gracias. Un beso desde Barcelona. Carlos
Hola Carlos, el placer es mío sobre todo después de leer tus reflexiones. Me han encantado. Gracias por tomarte la molestia de haber dejado este comentario y compatir conmigo tus impresiones.
Supongo que cuando algo te apasiona como a mí la Fotografía es inevitable ponerle toda la ilusión del mundo. Lo que no me imaginaba es que mi friquismo fotográfico pudiera llegar a ser contagioso. Trato de no serlo, pero no puedo evitar ser intensa con ciertas cosas (especialmente la Fotografía y los viajes).
Ya veo que la Sony RX100 despierta mucho interés, no es el primero que me deja un comentario diciendo que tiene una. Coincido contigo en su descripción: tiene todas las ventajas de una compacta pero va un paso más allá. Eso no quita, por supuesto, que tenga también sus limitaciones pero dependiendo del uso que se le quiera dar, puede dar mucho juego.
Nunca he tenido una Fuji en mis manos aunque siempre he leído mucho y muy bueno de ellas. Si algún día coincidimos, intercambiamos cámaras y así me enseñas sus virtudes.
El día de mandarme algo ha llegado. O mejor aún, no me lo mandes: create un perfil de Flickr o de 500px y nos lo vas enseñando a todos. ¡Anímate!
Además, así seremos testigos de tu viaje y de tu evolución.
De nuevo, gracias a ti y otro desde Sevilla.
Encontré 3 puntos importantes en tu publicacion y los menciono.
1.- Desarrollar un estilo propio, algo difícil pero necesario.
2.- No retratos, ni posados, congelar ese instante de tiempo, para que la imagen te cuente una historia es uno de los objetivos mas nobles y verdaderos de la fotografía.
3.- El relax y el ejercicio al caminar eso no tiene precio.
Saludos
Hola César. Efectivamente, esos son algunas de las ideas que quería transmitir en el artículo. Qué bien que coincidimos.
Enhorabuena por este despropósito y compartirlo, hace años que yo afronte este reto de abordar la calle, me propuse que la cámara sería como mi bolígrafo y que escribiría algún relato «in situ» callejero, primero que no sería fotos robadas y para ello me tenía que sumergir en la escena que quería relatar y una vez sientiendome parte sacaría mi blok y boli y escribiría utilizando el objetivo y disparador de mi cámara. Muchas veces no me lo permitían pero otras muchas siiiii y es un verdadero placer disparar la cámara con la complicidad del sujeto, nunca creí que en países tan herméticos como Irán podría resultar tan fácil, al final es como una aducción que solo buscas el más difícil. Como tú bien sabes la única regla debe ser el RESPETO.
Hola Cecilio. Qué bonita forma de describir tu forma de entender la Fotografía de Calle. Yo no hubiera descrito mejor esa afición que compartirmos de contar historias de nuestra vida cotidiana a través de imágenes en lugar de palabras.
Por ahora no estoy en ese punto de ir a la búsqueda del «más difícil todavía» pero, quién sabe, igual algún día…
Y sí, ya lo decía Aretha Franklin.