Hace poco estuve con una amigo que acababa de volver de vacaciones del Sudeste Asiático y me contaba que durante el viaje, lo que más le costó fue hacer buenos retratos. El problema, me decía apesadumbrado, no era la falta de oportunidades porque se encontró con escenas increíblemente fotogénicas casi en cada rincón. No.
“En realidad fui demasiado tímido y no confié lo suficiente en mí como para acercarme a la gente”, me confesó.
No me digas que no te ha pasado lo mismo alguna vez, porque a mí sí. Y no una, he sentido ese mismo bloqueo en muchas ocasiones.
Seguro que, al igual que mi amigo, te pusiste todo tipo de excusas, desde “no quiero interrumpir lo que está haciendo”, o “ no quiero invadir la intimidad de la gente”, hasta “de todas formas, no es más que cuestión de suerte”.
Y al final no hiciste ninguna de esas fotos, perdiendo un montón de oportunidades de conseguir magníficos retratos.
Fue una experiencia frustrante ¿verdad?
Y lo peor de todo es que estás planeando tu próximo viaje y no tienes ni idea de cómo superar ese bloqueo que tienes cada vez que te acercas a un extraño con tu cámara.
Aunque te parezca mentira, existe una estrategia que te ayudará a captar esos retratos únicos que se te han escapado hasta ahora. Y son tan fáciles de poner en práctica que cuándo empieces practicar, notarás enseguida una mejora en tus fotos.
Sólo tienes que aplicar un poco de “prueba y error”, seguir los pasos descritos a continuación, y tu capacidad para retratar extraños alcanzará otra dimensión.
El pequeño gran secreto de un retrato asombroso
Retratar extraños supone un gran desafío para cualquier fotógrafo. Para todos, incluso para el más experimentado, no te quepa la menor duda.
No obstante, todos los que vuelven a casa con retratos impactantes han aplicado la misma estrategia, hacer que el sujeto se sienta cómodo.
En realidad, se trata de una idea sencilla:
En lugar de centrarte en tus miedos y tratar de superar tu timidez, esperando que ese momento de valentía te lleve a la foto de tu vida, tan sólo tienes que conseguir que tu sujeto actúe con naturalidad cuando estés frente a él.
Olvídate de ti. Todo debe de girar en torno a tu sujeto, que es el auténtico protagonista de tu foto. Céntrate en él y no en ti.
Acércate al sujeto como haría cualquier persona, no como fotógrafo. Esa persona no debe de estar incómoda o sentirse amenazada por tu presencia (y la de la cámara). Es la única forma de que aparezca natural en la imagen final.
“Es fácil de decir pero ¿cómo hago para que confíen en mí?” No tienes más que seguir los siete pasos siguientes.
1. Interactúa y comunícate
Lo primero es acercarte a tu sujeto y entrar en contacto con él de forma amistosa.
No te acerques bruscamente con la cámara por delante como si fueras un paparazzi. De hecho, es mejor si dejas tu cámara en la mochila cuando te acerques para evitar intimidar a tu sujeto.
Lógicamente todo será más fácil si no existen barreras de idioma. En ese caso, comienza saludándolo y haciéndole algunas preguntas básicas. Muestra interés por lo que está haciendo y trata de despertar su curiosidad.
También puedes hablarle de ti y contarle por qué estás ahí, lo que estás haciendo. Tómate tu tiempo y durante unos minutos, ignora que tu objetivo final es hacerle una foto.
Si no te puedes comunicar con fluidez, aprende con antelación algunas palabras básicas para saludar y dar las gracias. No dejes nunca de sonreír, muéstrate amigable. Y sé cuidadoso con las miradas ya que a algunos sujetos les pueden parecer intimidatorias. Observa cómo te mira (si lo hace directamente, o por el contrario esquiva tus ojos) y sé respetuoso.
En este caso, lo más importante es que pienses cómo te sentirías si alguien se acercara a ti para hacerte una foto. Su forma de acercase determinaría tu reacción ¿no es cierto?
Si muestras un interés auténtico en tu sujeto y en lo que está haciendo, tu retrato transmitirá los vínculos que habéis creado junto durante los minutos previos.
2. Pasa completamente desapercibido
Una forma de conseguir una foto natural es captar a tu sujeto haciendo algo. No tiene por qué ser nada especial. Puede que sea algo que forme parte de su rutina si es un vendedor en un mercado, o disfrutando de su tiempo libre, si está en un parque hablando con un grupo de amigos.
Lo realmente importante es que la imagen no refleje que son conscientes de que tu cámara está ahí.
Si tu foto muestra que los cogiste por sorpresa, que captaste un momento especial sin que se dieran cuenta, transmite originalidad. De esa forma el espectador se siente partícipe de la escena y siente que estaba ahí, contigo, compartiendo ese instante. Consigues que se convierta en un testigo especial, que vea lo que tú viste y que sienta lo que sentiste.
Paso 1: Localiza un lugar apartado y observa qué ocurre a tu alrededor
Puedes, por ejemplo, sentarte en un banco en un parque, o acercarte a un puesto en un mercado. De esta forma tendrás un buen punto de mira y podrás esperar a que algunos elementos confluyan para conseguir tu imagen.
Paso 2: Sé paciente
Es tan sencillo como estar ahí, sin llamar especialmente la atención, y esperar a que la gente deje de fijarse en ti. Si estás observando a alguien mientras trabaja, tu sujeto estará tan ocupado que puede que se fije en ti fugazmente y luego te ignore para seguir con su tarea.
Aprovecha que ha dejado de prestarte atención y busca su retrato. No olvides usar tu sentido común: no dispares a diestro y siniestro. Prepara tu cámara con antelación y trata de anticiparte respetándolo y sin interrumpirle.
Bonus: Utiliza un teleobjetivo
No es la más recomendable, y menos si tu intención es captar un retrato que muestre cercanía. Pero es verdad que te permitirá mantener una cierta distancia si te encuentras en algún lugar en el que la gente sea más recelosa o especialmente tímida.
Durante ese tiempo en el que estés observando la escena, deberías de ser capaz de buscar un encuadre y lograr tu foto antes de que alguien se dé cuenta de que estas ahí. Una vez que hagas la foto, márchate discretamente. Y si te llegan a ver justo después de disparar, sonríe y saluda con la mano. De esta forma evitarás que tu sujeto se moleste.
Échale un vistazo a este artículo de Gizmodo que explica cómo hace sus fotos Zach Arias durante un safari fotográfico en Marrakech (Marruecos).
3. Emplea tus dotes de observación
Es muy importante observar atentamente a la gente si quieres que tus retratos de viaje sean naturales en lugar de poses forzadas.
Fíjate en su lenguaje corporal. Existen millones de detalles en los que deberías de prestar atención. Las posturas, los movimientos y las expresiones faciales pueden ser muy distintas de una cultura a otra, o incluso entre regiones de un mismo país.
Es esa capacidad de desmenuzar cada pequeño detalle la que te va a ayudar a construir una base de datos del lenguaje corporal, de la forma en que tus sujetos potenciales se comportan y cómo reaccionan en general. Este conocimiento te ayudará a darle sentido a lo que ves y a determinar cómo debes abordar a tu sujeto.
Si no tienes demasiado ojo fotográfico, puede que a veces percibas que el lenguaje corporal de un sujeto no sea demasiado interesante o no merezca una foto. Pero cuando conforme vayas teniendo más práctica, serás capaz de reconocer qué hace que un retrato merezca la pena. También sabrás cuándo intervenir y romper el hielo, o alejarte y dejar las cosas como están.
Los niños, por ejemplo, reaccionan con excitación delante de una cámara. Suelen hacer muchas payasadas, gesticulan de forma exagerada y llegan incluso a contorsionar sus cuerpos de forma poco habitual. En alguna ocasión conseguirás imágenes divertidas, pero por regla general se verán forzadas.
En este caso, es recomendable que hagas unas cuantas fotos sin prestar demasiada atención al encuadre o al propio resultado final. Al cabo de unas tomas los niños perderán su interés por la cámara y seguirán con lo que estaban haciendo. Es entonces cuando debes estar atento ya que esos niños volverán a ser espontáneos y naturales.
Si te apetece saber algo más sobre el tema, el libro Fotografiar el mundo. El encuadre perfecto (David duChemin) es una gran fuente de información.
4. Evita poses forzadas, acércate
El error más común de un fotógrafo principiante a la hora de hacer un retrato es que no están lo suficientemente cerca de su sujeto. Y por cerca, me refiero al sentido más literal de cercanía física. No tengas miedo de aproximarte a la gente.
Si no lo haces el centro de interés, tu sujeto, no tendrá ningún impacto en la imagen y no será más que una mota insignificante. Incluso aunque sea lo suficientemente grande como para ocupar una parte de la imagen, no suele tener demasiado significado. De hecho, el espectador percibirá rápidamente que no quisiste acercarte lo suficiente y el retrato no tendrá ninguna fuerza ni mensaje alguno.
No seas tímido. Acuérdate: interactúa y tu sujeto se relajará.
Por otro lado, en algunos países o culturas, la gente adopta una cierta postura antes de ser fotografiado. En Madagascar me encontré con que la mayor parte de los niños ponían una postura corporal muy rígida frente a la cámara. Llegaban incluso a cuadrarse como si fueran a hacer un saludo militar. Esa rectitud difícilmente se va a traducir en un retrato relajado y aparentemente espontáneo.
Para intentar relajar un poco el ambiente, primero les hacía una foto posando y luego me acercaba mucho, dejando sólo su cara dentro del encuadre de la foto. Si bien es cierto que, desgraciadamente, se pierden detalles como la ropa o las manos, siempre es mejor que irse sin la foto.
Al mismo tiempo, me centré en los ojos que suelen ser el punto de mayor interés de un retrato. Teniendo en cuenta que estos niños posaban desafiantes y con una mirada profunda, el retrato tomaba fuerza y la expresión del sujeto era mucho mayor que si hubiera tenido la mirada perdida, por ejemplo.
5. Capta gente haciendo algo que les resulte familiar
Cuando tus sujetos están haciendo algo que les resulta familiar, su estado de ánimo es distinto a cuando están delante de la cámara. Es mucho menos probable que se fijen en que están siendo fotografiados por lo que parece lógico que sus retratos sean más naturales.
Este truco es particularmente útil si haces fotos en la calle, sobre todo en aquellos lugares en los que una gran parte de la actividad se desarrolla en exteriores, fuera de las casas. Así, puedes captar a gente trabajando, llevando a cabo una rutina diaria como hacer la compra, niños jugando, o incluso un grupo reunido tomando un café. Al no existir la inmediatez que genera el contacto visual entre tu sujeto y tú, los retratos son más naturales.
En cambio, si lo que estás buscando es precisamente inmediatez, existe un truco tremendamente efectivo. Interrumpe brevemente a tu sujeto diciendo algo o pidiéndoselo a tu guía o traductor. De esta forma consigues llamar su atención para que te miren y les haces una foto rápida. En ese caso la persona no se lo espera por lo que reacciona sin recelo y el retrato es más espontáneo.
6. Consigue que nadie se fije en tu cámara
El hecho de mirar directamente a la cámara supone para mucha gente un reto que no están dispuestos a asumir. Les resulta mucho más cómo mirar a otro lado. Es más, dependiendo de la situación, puede que una mirada directa le dé a tu retrato un aspecto demasiado formal, mientras que una mirada desviada sugiera una situación más informal.
De vez en cuando, pide a tus sujetos que miren hacia otro lado, a través de una ventana o a un objeto o lugar concreto. Capta su perfil. Trabaja con la dirección de la mirada, dejando el suficiente espacio en el encuadre para que el sujeto respire.
Esto no siempre será posible ya que a veces la gente no está acostumbrada a este tipo de instrucciones o incluso existen barreras de comunicación. No obstante, existe otra forma de conseguir que dirijan naturalmente su mirada hacia otro lado y puedas hacer la foto. Y para eso no hace falta hablar ningún idioma.
Si viajas acompañado, pide a esa persona que se coloque en un lugar concreto. Para conseguir que tu sujeto mire hacia ella, sólo tienes que pedirle que te diga algo de repente, que tosa con fuerza o que haga un ruido repentino que genere una cierta atención. De esta forma, el sujeto mirará hacia tu acompañante y conseguirás su retrato sin dificultad.
7. Busca oportunidades fuera de las áreas turísticas
Los principales atractivos turísticos de una ciudad suelen estar lleno precisamente de eso: turistas. Eso significa que son lugares alejados de la realidad del país y que difícilmente serán idóneos para captar buenos retratos de viaje. Es más, muchos de los locales que encuentres a tu paso estarán más preocupados por venderte algo que por tu cámara.
Salir de ese tipo de rutas preestablecidas o de los alrededores de los monumentos más visitados es más fácil de lo que parece. A veces no te costará más que pasear 10 o 15 minutos sin rumbo para encontrarte con otro mundo completamente distinto e inesperado. Esos son los sitios que quieres explorar como fotógrafo.
Conocerás a gente que no tratará de venderte nada. Te darán la oportunidad de interactuar, descubrir cómo es esa ciudad en realidad y captar imágenes mucho más auténticas.
De hecho, verás como resulta una experiencia mucho más gratificante, no sólo desde el punto de vista fotográfico, sino también humano y dentro de tu viaje en general. Está bien cumplir el sueño de ver grandes símbolos pero generalmente siempre hay fantásticas sorpresas en los sitios más insospechados.
Haz que la gente confíe en ti y consigue fantásticos retratos
Este proceso te llevará algo de tiempo y tendrás que ir practicando poco a poco para adquirir seguridad en ti mismo y transmitirla a tu sujeto. Pero verás como cada pequeño esfuerzo tiene su recompensa.
Además, fotografiar gente implica ser empático y no invadir su intimidad. Sé siempre respetuoso en tu forma de fotografiar. Ninguno de tus sujetos está ahí para tu disfrute ni para servirte de modelo. Son personas de carne y hueso con sentimientos y necesidades distintas a las tuyas. No importa lo mucho que quieras fotografiar a alguien, no sobrepases ciertos límites.
Recuerda, haz que el sujeto se sienta cómodo, consigue su confianza y obtendrás un retrato asombroso.
Tienes una oportunidad esperándote a la vuelta de la esquina.
¿A qué esperas?
Aclaración: Este artículo contiene enlaces por los que recibiré una pequeña comisión si decides comprar algo a través de ellos. No te costará más dinero y de esta forma contribuyes a que esta página web siga sin tener anuncios.
Muy buenos consejos, la verdad, pero conociéndome, aún así me va a costar horrores.
Los tendré en cuenta en próximas aventuras.
A mí también me cuesta todavía mucho trabajo hacer este tipo de fotos pero conforme pasa el tiempo, cada vez me incomoda menos. ¡Ánimo!
Excelentes consejos para ir poniendo en práctica y mejorar los retratos.
Me alegro de que te hayan resultado útiles. Ahora sólo falta ponerlos en práctica.
Gracias por toda tu información. Lo tendré muy en cuenta. También tengo que añadir que los consejos de Gizmodo me han resultado de gran valor, en especial lo de jugar al despiste. Saludos cordiales.
Sí, la técnica del despiste es muy útil especialmente en aquellos sitios en los que la gente no se deja fotografiar fácilmente. Además, es una forma de conseguir fotos mucho más espontáneas, y escenas, gestos o caras más naturales.
Parece hecho para mi, soy muy tímida en estos casos; trataré de superar esta barrera y aplicar los consejos dados.
Mil gracias
Muy buenos consejos… Soy más de naturaleza, flora y fauna que de personas, pero a veces hay motivos fotográficos irresistibles… Intentaré poner en práctica esos consejos!
Hola Rita, me alegro de que te parezcan útiles. Avísanos y comparte con nosotros alguno de tus retratos cuando te pongas a practicar.
Muchas gracias Sandra por tus consejos, en mi próximo viaje los pondré en práctica.
Muchas gracias a ti Juan Pedro, por leer el artículo. Espero que te sirva de ayuda, y si tienes cualquier duda, aquí me tienes.
Excelentes consejos, Sandra. No me cabe la menor duda que, para los que somos tímidos, nos servirán de gran ayuda. Muy bien también los desarrollados por Gizmodo. Los pondremos en práctica en la siguiente excursión.
Muchas gracias.
Gracias Jesús. Espero que realmente te sirvan cuando tengas a gente interesante delante de la cámara. ¡A ver qué tal salen esos retratos!
Muchas gracias por compartir estos consejos Sandra.
¡Gracias a ti por leer el artículo! Me alegro que te haya resultado útil.
Interesante artículo muy útil por demás, por más experiencia que se tenga no siempre es fácil abordar a un desconocido, pero la actitud y la empatia que tu asumas va a ser muy importante para ese primer acercamiento. Saludar con la mano (no de mano) y una buena sonrisa siempre permiten una mejor cercanía, este es un lenguaje universal que da buenos resultados.
¡A mí siempre me resulta complicadísimo fotografiar a un desconocido! Pero es verdad que una sonrisa abre muchas puertas. :)
Adentrarse en el mundo interpersonal siempre será un reto y requiere de estos buenos consejos. Solo le agregaría que si la persona se niega a aparecer en la fotografía, hay que respetar esa decisión.
Coincido contigo en que, efectivamente, es muy importante respetar los deseos de la otra persona. Y si no quiere salir en la foto, no debes hacerla o si la has hecho, sería conveniente que la borrases.
Hola,
a mi ya me cuesta fotografiar a conocidos, imagínate a desconocidos. Después de leer este artículo voy a estrenar la wi fi de mi cámara, que hasta ahora solo utilizaba para enviar fotos a mi móvil. Me ha gustado mucho el reportaje sobre Marrakech. Creo que pondré en pràctica alguno de estos consejos, o más, este verano. De todas maneras, coincido en que si uno no quiere salir en la foto, no somos nadie para imponer nuestra voluntad fotográfica. Conozco algún fotógrafo profesional cuyo lema es «Primero disparo y después pregunto», y se queda tan ancho cuando lo dice. No me parece bien en absoluto.
Muchas gracias por tus artículos, Sandra.
Hola Eli,
¡Bienvenida al club de los que nos cuesta fotografiar a gente! De todas formas, estoy segura de que este verano encontrarás más de una ocasión para practicar. Ya me contarás qué tal resulta la experiencia.
En cuanto a esa frase que mencionas, sobran comentarios. Aquel fotógrafo que la use de mantra se retrata a sí mismo (y nunca mejor dicho).
Gracias a ti por leerlos y comentarlos.
Ese club ya tiene otra integrante. A mi me cuesta mucho sacar retratos y generalmente los hago con el tele. Las fotos «robadas» cada vez me cuestan más. En mi próximo viaje (que haré en abril) intentaré poner en práctica al menos algunos de los consejos que indicas. Mal me voy a ver ya que sólo hablo castellano pero digo yo que el sistema de gestos es universal, no?. Ya contaré cómo me va. Muchas gracias Sandra por tus lecciones. Me son útiles. así como las entrevistas con otros fotógrafos.
Hola Ángeles, ¡qué bien que te unas al club! En cuanto a fotografiar gente sin robar retratos, seguro que ya los has escuchado pero si no es así, echa un vistazo al episodio 13, al episodio 18 y al episodio 31. Quizá te sirvan de ayuda.
Y gracias a ti por leer los artículos y escuchar el podcast.
Todos tus consejos son excelentes, y este no iba a ser menos, pero a mi sin hacer robos me resulta muy difícil fotografiar a estraños.
Lo intentaré
Me han encantado las recomendaciones y los consejos que nos has dado, fruto de tu experiencia en el tema. Muchas gracias